sábado, 4 de agosto de 2007
Oda a la noche
El sol moribundo despliega
sus centelleos mortecinos
dando paso al ocaso bonito.
La luna melancólica se eleva
en el firmamento todo tachonado
de fulgurantes y bellas estrellas.
El río sonoro a mis oídos arrulla
y la cálida brisa acaricia mi cara
sonrosada por tanta maravilla.
Noche,plena de tanto encanto,
noche,compañera de amantes
que a ti te buscan en el idilio
pues eres amiga de los amores
gozados que alcanzan el delirio.
Noche,cómplice de sosegados
besos exquisitos,apasionados,
somnolientos y aterciopelados,
eres asilo del corazón enamorado.
Noche,yo también a ti te elijo
porque mis sueños tú vigilas,
mis caros deseos tú adivinas
y mi amor tú siempre abrigas.
N.A.M
20/09/05
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