La vida es – pienso- como una escalera,
a veces subes y otras, desciendes.
A veces progresas gracias a tu esfuerzo;
otras, involucionas y te entristeces.
La vida es un camino siempre lleno
de celadas. Si eres muy vigoroso
las sorteas y sigues así adelante
evolucionando entonces día a día.
Si eres débil puedes caer fácilmente
y con ello puedes provocar la pérdida
de tus ilusiones y proyectos de vida.
La vida es un camino con momentos
de profunda dicha en los que crees
que alcanzas el cielo con las manos
y otros, de una inmensísima tristeza
que te golpea de un modo inesperado
por lo que deseas poder olvidarlos
y soterrar esos lacerantes instantes
que te dejan imperceptibles cicatrices
en el alma, muy difíciles de poder curar.
La vida es un camino donde los sueños
muy bonitos en ocasiones transmiten
realidades tangibles que te regocijan
el espíritu porque puedes así gozarlas.
La vida es un camino en el que priman
aspectos positivos o rasgos negativos
- según el temperamento del individuo -
en cada segundo, minuto, hora, día,
semana, mes y año del sendero que Dios
te “dibuja” para que lo sepas recorrer
con los seres que tú quieres y te aman
de verdad para vivir con gran felicidad.
N.A.M
20/03/05
