lunes, 15 de septiembre de 2008
Había una vez...
Había una vez una bella doncella
que vivía triste con un corazón
muy marchitado y muy arrugado.
Conocía muchísimo de congojas
pues un amor la había olvidado
cuando ella se había enamorado.
Pasaba días enteros muy deprimida
pensando en aquel joven mentiroso
que le había prometido hasta la luna
y la llenaba de los regalos materiales
que suplantan a los afectivos esenciales
que conocen de cuidados y de entrega.
Cuánta tristeza en su rostro juvenil
surcado de “arrugas” por una dura vida
que no podía brindarle dicha y pasión
verdaderas a su emotiva y simple alma
que sólo pedía instantes de embeleso
con caricias,cariño,dulzura y besos.
Había una vez una bella doncella
que cuando ella menos lo esperaba
se topó con un caballeroso caballero
que la hizo vibrar y hallar la felicidad
que hasta entonces le había sido vedada.
¡Cómo cambió!¡Qué feliz ella se sintió!
.
N.A.M
13/09/08
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