viernes, 13 de febrero de 2009
Cómo ayudarlo?
LLegó tarde y se recostó abatido
Fue una día muy plúmbeo,negativo
para él por su corazón tan emotivo.
Sus sueños estaban hechos trizas
por la cruel decisión de esa mujer,
que él amaba.Todo había concluido.
El cortejo de cinco años de amor
era, a partir de entonces, un recuerdo.
El amor era, sin dudas,nulo en ella.
La soledad no buscada era la aliada
de su alma en ese momento de dolor.
Su cabeza era un gran torbellino.
Yacía casi inerte en su grata cama
donde había efluvios del perfume
de quien fuera su deliciosa amada.
Ese instante de brutal abatimiento
estaba interrumpido por sueños
maravillosos en estado de vigilia.
Él soñaba, con los ojos abiertos,
con un idilio ideal nunca acabado…
El único modo de volver a ser feliz.
¡Ah, qué larga fue la vana espera!
Tantos años de gran gozo y ese día,
la desidia por un final inesperado.
Él entonces la amaba y la odiaba,
todo con la misma intensa sintonía.
Él era mi amigo. Sufrí su quebranto.
No sabía qué hacer…cómo ayudarlo!!!
“- No hagas nada. Tu grata presencia
basta”-me dijo un día. Se puso a llorar.
N.A.M
13/02/09
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