jueves, 1 de abril de 2010
Ahora... la esperanza
Si encarcelo en mi ánima la esperanza,
yo tengo así la absoluta seguridad
de que logro estar mucho más animada
para los viejos errores poder soterrar.
¿Se aprende de las equivocaciones?
Sí,se aprende mas pesa en el alma
el sendero mal andado en el pasado.
¿Dudé? Sí,y también me arrepentí.
Fracasé en muchas feas elecciones
pero si tuviera una enorme goma
quizás yo no podría nada borrar
pues el sino del hombre es errar.
Ahora… la esperanza… Sí, pienso,
camino, retrocedo, decido, cambio,
sigo adelante y tengo mucho cuidado.
El don del cielo siempre se derrama.
N.A.M
27/03/10
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