domingo, 22 de julio de 2007
Maravillosa presencia
Una noche fría apareció ante mí.
Quedé perpleja ante su presencia
bella. Era traslúcido, impactante,
etéreo, suave, dulce, cautivante,
carismático, estupendo, delicioso,
de rostro sonriente y optimista.
Rápidamente Él me envolvió
por su ternura, encanto, alegría,
por su galanura y así pronto sentí
que se había producido en mí
un cambio esencial en mi alma.
Comencé a gozar su presencia
a diario y supe que mi existencia
cambiaría desde aquel feliz día
pues estaba ufana por haberlo
sentido cerca como había estado
en la febril y cándida adolescencia.
La diferencia era que esta vez
a su imagen más intensa la vivía
y un futuro perdurable prometía.
Amor, tú sabes de ayes de dolor
pero si eres puro, profundo, vivo
y correspondido eres un bálsamo
del alma que apareces de repente
y curas viejas heridas del pasado.
Amor, tu aparición es inexplicable,
no tienes un por qué ni un cuándo,
surges libre y cautivas a su morador
con tu mágica y maravillosa presencia.
N.A.M
12/11/06
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