viernes, 3 de agosto de 2007
Lo finito y lo infinito
La vida fluye libremente cada día.
Marcha el mundo con el insomne.
El trajinante día presuroso pasa
y el astro rey de la mañana
será luz mortecina en el ocaso
hasta ocultar sus chispazos
en el lejano y lineal horizonte.
El silencio sonoro de una tarde
gris se trastocará en un trueno
ensordecedor que aviva el día.
El bramido de la tormenta estival
dejará bruscamente de resonar
y marcará su definitiva partida
con la presencia del arco iris preciado
que engalanará colorido al cielo.
Acabará el estío y el paisaje
tomará un matiz muy diferente.
Los árboles desnudarán su follaje
y hojas amarillas tapizarán la vista.
Acabará el invierno y el paisaje
tomará un nuevo color atractivo.
Flores multicolores emanarán
y el panorama otra vida cobrará.
Todo la naturaleza es finitud
y es grandilocuencia variada.
Todo tiene un principio y un final
menos la amistad cuando es rectitud
con un amigo fiel y compañero de verdad.
El amor también puede ser infinito
cuando una pareja ideal obtiene
una gran felicidad sin tacha
porque los sentimientos “atrapan”.
La esperanza, los ideales, los sueños,
la nostalgia, las virtudes, el misterio,
el asombro, la bondad, la pasión,
la ternura, el candor y la emoción,
tampoco sufren el paso de los años
porque ellos nunca duermen en el corazón
del que lo bello busca y adora con razón.
N.A.M
08/01/05
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