domingo, 20 de enero de 2008
Un reencuentro fogoso
Noche de plenilunio.Las estrellas
guindan firmes en el hermoso cielo.
El mar ruge con encantador rugido
bañando las arenas con salobres olas.
Un marco bien perfecto para dos seres
que no conocieron de la miel del amor
en el pasado porque ellos se gustaban
pero no habían logrado vivir la pasión.
Esa bella noche que invitaba a una cita
decidieron volver a verse como amigos,
como siempre ellos dos lo habían sido,
mas no sabían que ésa sería muy distinta.
Era - parece- entonces la ocasión de vivir
lo no vivido antes, aunque ellos no sabían
que sería un reencuentro fogoso positivo
que les daría otra manera de ver la vida.
Se miraron sin decirse nada y se besaron
a la luz de la luna que mucho se alegraba
al contemplar la gran emoción y alegría
de dos seres que reflejaban que se querían.
A los besos siguieron las suaves caricias
que envolvieron los dos cuerpos ardientes
que locamente se amaron sin importar nada
más que el sentir que allí los embriagaba.
¡Tanto tiempo sin hablarse!¡Tanto amor
no demostrado!¡Tantas noches sin placer!
Éste fue el resurgimiento de una relación
nueva que ante los ojos de la naturaleza
reflejaba ¡éxtasis y embeleso de un querer!
N.A.M
19/01/08
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