sábado, 21 de julio de 2007
Amo a mis mascotas
Cariñosas, fieles, bondadosas,
sensibles, juguetonas, celosas,
impacientes, expresivas, nerviosas,
tiernas, caprichosas y hermosas,
guardianas, felices y graciosas,
así yo puedo definir a mis mascotas.
Pini, la primera que a mi casa llegó,
es sufrida, golpeada por la vida,
pues en la calle un tiempo vivió.
Ella recorría a diario todas las calles
buscando comida, amor y protección
y con su patita renga nos conquistó
por lo que nos decidimos a entrarla
un buen día al patio de nuestra casa,
pero sin saber que en su pancita
guardaba orgullosa unas perritas
muy hermosas y muy inquietas.
Una de sus hijas, Nívea, blanca
como la nieve, hoy forma también
parte de nuestra familia y su dulzura
nos cautiva pues parece que nos habla
cada vez que su muy pacífica mirada
nos pide su almohadón o una salida
breve hacia el pequeño jardín de entrada.
Paty, la más joven de las tres, nos llegó
en una cajita cuando era muy chiquita,
un poquito intranquila y muy temerosa.
Ella creció con el mismo amor de las otras
y fue de a poco ganando mucho terreno
hasta el punto de ser bastante temida
por las otras perras mayores por miedo
de ser mordidas o echadas de los lugares
que antes muy libres ellas frecuentaban.
Paty, perra de carácter, muy tiernísima
con nosotros pero agresiva con la gente
que no conoce por ser muy desconfiada.
Amo a mis mascotas porque me da alegría
verlas en el seno familiar. Las sobreprotejo
y por ello temo muchísimo que algo malo
pueda sucederles en el día de mañana.
N.A.M
25/04/06
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